GRACIAS MATOSAS, GRACIAS LEÓN.

¿Cómo era el fútbol mexicano en el 2002? existían 20 equipos en la liga, Zamorano jugaba en el América, Aguirre armaba su cuadro para el mundial de Corea-Japón y el León descendía a la primera división «A», hoy llamada liga de ascenso. 

    
    Era el inicio de una pesadilla para lo seguidores de León. El equipo más representativo del Bajío mexicano vivía malos ratos. 
    El equipo sería vendido al empresario argentino Carlos Ahumada -quien después sería vinculado con políticos-. Un sujeto de las masas, un hincha mas del equipo, quien a base de entradas gratuitas al estadio se ganó el cariño de una afición tan noble como la de León. Con Carlos Reynoso como entrenador romperían la liga ganando una final ante el Tapatío -donde jugaran Carlos Salcido y el Maza Rodríguez- en un partido de alarido. 
    La final de ascenso llegaría ante el rival odiado. Ante el vecino incomodo del Bajío, ante un Irapuato dirigido por el «güero Saldivar». Serie polémica, después de que Ahumada secuestrara el Sergio León Chávez. Final que ganaría «La Trinca» ante el rival odiado, eso caló y caló muy hondo en la afición esmeralda. 
    Pero el camino seguía para León. Con una afición que no se cansaba de llenar el «Glorioso Nou Camp». Una nueva esperanza llegaba, llegando nuevamente ganando una final ante Dorados de Sinaloa -una franquicia nueva que pintaba para buenas cosas-. La final de ascenso sería contra el mismo rival -Los Dorados-. Pero esta ocasión el cuadro de Sinaloa saldría avante, la afición le reprocharía al arquero Cirilo Saucedo de traición, quien al torneo siguiente «por casualidad» estaría jugando con el cuadro de Culiacán en primera división. 
    León cambiaba de dueño. Llegaba José Antonio García -dueño del Atlante- con una gestión que dejaba mucho que desear, con una ideología de austeridad, uniformes de baja calidad y mal trato a la afición. Aún así, la gente seguía alentando al equipo zapatero. Dirigidos por Sergio Bueno y con un leonés en la delantera Mauricio Romero -quien fuera campeón de goleo- la identidad y la esperanza estaba a flote. Se llegaba de nuevo a otra final de ascenso, la tercera. Del otro lado estaba «Indios» de Ciudad Juárez, otra franquicia nueva, dirigidos por Sergio Orduña. Pero ésta vez la final cerraba en casa. De nuevo caía León.
    La historia era cíclica para el Léon. Venía otro cambio de dueño. Ahora eran empresarios de Coahuila: Los Batarse. Quienes le dieron otra visión a la ciudad y al equipo. Se acercaron con una final de liga, ante Necaxa -quien después ascendería-. Pero sólo eso. 
    Llegó Grupo Pachuca. Quienes animaban a la afición con la incorporación de nada más y nada menos que de Milton Quieroz Tita como entrenador de la fiera. Tita llevaría a León a una semifinal, que perderían con Tijuana -quien después terminó ascendiendo-. León era el trampolín de estos equipos. 
    En los diarios se escuchaba el nombre de Gustavo Matosas como posible entrenador, quien había sido despedido de Queretaro. La gente dudada. Matosas se encargó de callarnos la boca. No sólo eso, se encargó de deleitarnos la pupila con estilo de juego esquisito, se encargó de sentirnos orgullosos de nuestro equipo, se encargó de convencer a ese grupo de jugadores que representaban a un equipo con abolengo e historia. Se encargó de ascender al equipo de León, un 12 de Mayo del 2012, ante Correcaminos con un contundente 5-0. La pesadilla acababa, habiamos regresado de donde nunca nos debimos de haber ido. 
    

El equipo fue la sensación en primera, con jugadores como Márquez, Hernández, Vázquez, Montes, Peña, Burbano, Britos y Boselli. Llegaría a ser Campeón en el Azteca ante el América y en el Hidalgo ante Pachuca. Victorias y grandes sensaciones en la Liga Mx y en la Copa Libertadores. ¿Quien lo hubiera pensado? Ni el más ambicioso de los hinchas tenía ese sueño en mente. 
    Sólo nos queda decir, gracias Matosas y sobretodo Gracias León.
Agustín V

instagram: futbolmexa 

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